lunes, 25 de enero de 2016

Jugar con el perro: beneficios y peligros

A veces no es nada fácil nuestro trabajo. Tratamos de ayudar a las personas que vienen hasta nosotros porque tienen algún problema con su perro. En muchas ocasiones el problema no es del perro en absoluto.....sino del trato que se le dispensa. Pero no es sencillo encontrar la manera de decir con buenas palabras aquello de "¿porque no dejas en paz a tu perro?".....

Pongamos un ejemplo: entra por la puerta del clubdepastoreo la típica pareja con hijos y border collie desquiciado. Les pido que esperen un momento a la sombra mientras acabo de entrenar otro perro y observo con el rabillo del ojo como los niños no paran de tirarle al perro una pelota, que este recoge con avidez para ponerla a los pies de los niños y que estos vuelvan a lanzarla.....Cuando les decimos que, por favor, guarden la pelota para no distraer a otros perros que están entrando observamos que el perro ha dejado la pelota pero agarra cuanto palo u objeto similar encuentra, que va y viene sin ningún objetivo aparente, que no es capaz de fijar la nariz o la vista en nada concreto......

Para nosotros (frikis del border collie) observar a un ejemplar de nuestra raza entrar en un lugar nuevo, con ovejas que pululan en los diferentes rediles y ver que ni siquiera se ha fijado en ellas.......comprobar su conducta descontrolada y dirigida, única y exclusivamente, a que le tiren cualquier cosa para perseguirla desbocado.....es algo duro de ver y aceptar. 

Bueno.....ya hemos terminado con el entreno que estábamos realizando y nos dirigimos a la familia en cuestión....."Buenos días......muchas gracias por venir........bonito perro (todos los perros son bonitos).....¿como se llama?.......aja......y dígame.....¿que problema tiene......que le ha traído por aquí?......"pues verá.....el perro es muy bueno y muy listo......pero es muy nervioso....no para quieto, se sube encima de todas las personas que ve, se va detrás de los coches y de los ciclistas......un día le tiró la boca a un corredor y tuvimos un disgusto......además ladra si no le das lo que quiere.....".

Os seré sincero......desde que entraron por la puerta del club y vi la forma de relacionarse con su perro, no pude evitar sucumbir a unos cuantos prejuicios......que ahora toca comprobar si son acertados o no. ¿Jugáis mucho con la pelota?, ¿Duerme el perro con vosotros?, ¿Hacéis algún tipo de actividad con el perro?, ¿le habéis enseñando algún "truco"?..........

No quiero alargar en exceso el post......y el título va sobre el juego. 

El perro que hemos puesto de ejemplo está desquiciado por múltiples razones: sus dueños no saben ser claros con él, no considera su conducta importante para adaptarse al medio, tiene un instinto que no han sabido comprender ni dar salida adecuada, no confía en sus dueños......etc. 

Pero una de las razones para el desquiciamiento es ese tipo de juego que mantienen.....Un juego sin reglas, con estados de excitación elevados, con grados de obsesión evidentes (favorecidos por una raza tan obsesiva como el Border Collie).....que en nada favorece que el perro madure, se autocontrole, se concentre, escuche.....etc. 

Yo prefiero recomendar a los dueños que no jueguen con su border con pelotas (si va a ser perro de compañía o pastoreo)......porque considero que hay muchas probabilidades de que el juego sea perjudicial para el animal. Ahora bien......el juego puede ser beneficioso si se cumplen una serie de pautas: 

  • Marcar muy bien cual es el momento de jugar. Igual que un perro tiene marcado cual es el momento del paseo porque siempre solemos coger la correa para salir (el perro ve la correa y se conecta con lo que va a ocurrir a continuación). Una forma de marcar el momento de jugar es hacerlo siempre en el mismo sitio (que nunca será la casa). Esto hará que el perro no esté continuamente con la expectativa de juego.....recuerda que el Border es obsesivo y que es dificil de desconectar de sus obsesiones. Lo deseable es que el perro esté tranquilo en casa o en un paseo normal.....no buscando palos o que le lancemos algo todo el tiempo. Otra forma de marcar el momento de juego es reservar un arnés o un collar solo para esos momentos......por lo tanto, el perro sabrá que si no tiene puesto el arnés de jugar no hay posibilidad de juego y que puede estar tranquilo. 
  • Jugar con reglas. No se trata de buscar la excitación del perro. Se trata de que lo paséis bien, pero sin perder el control cognitivo de la conducta....sin que el perro deje de pensar y de escuchar. Conseguiras sacar una energía más adecuada y controlada de este modo. Al juego se le pueden poner normas del tipo: espera sentado.....yo lanzo la pelota......y vas a por ella cuando te libero. Otra norma es quédate aquí quieto mientras yo me alejo a esconder la pelota......cuando vuelvas al perro le liberas y le dejas que la busque. Si el juego tiene normas  que el perro cumple será muy beneficioso para él. 
  • Deberemos terminar el juego cuando decidamos y el perro debe desconectar. Si notamos que el juego le obsesiona será que estamos pasándonos o haciendo algo mal. Recomiendo reservar un juguete o pelota que mantendremos guardado y sacaremos solo en los momentos de juego. 
Y si vamos por el campo..........dejemos que el perro disfrute de su condición.......que más da que se manche, que se revuelque o que corra detrás de los pájaros. Para mi eso es un perro feliz. Y la próxima vez que llegue al clubdepastoreo a ver si hay suerte y observamos a un perro que entra con curiosidad, que explorar el entorno y que fija su mirada de border en las ovejas con ese afán de control que caracteriza a esta raza.

Juan Carlos Aparicio 


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